Tras la acción en pista del viernes en Shanghái, la FIA informó de una “infracción” particular por parte de Williams.

La misma está relacionada con las alas flexibles y los controles reforzados de la FIA. Este fin de semana, el margen de flexión permitido se redujo de dos milímetros a 0,5 milímetros (con hasta 0,25 mm más de margen en China) durante las pruebas de carga vertical de 75 kilos. Para controlar que las alas no se desvíen más que eso a alta velocidad, los equipos deben montar cámaras especiales tanto delante como detrás. Sólo se aplica a los entrenamientos libres, después de los cuales tienen que subir las imágenes a la FIA.

Sin embargo, tras la única sesión de entrenamientos del viernes, Williams no lo hizo. Esto significa que el asunto ha sido remitido a los comisarios, aunque la FIA dejó claro de inmediato que se trataba de una cuestión delicada.

Por ejemplo, Williams no infringió el reglamento técnico, sino sólo una norma de la directiva técnica (DT). Además, el incidente se produjo durante los entrenamientos libres y no durante la clasificación sprint, por lo que Williams no podía ser descalificado de esa sesión de todos modos.

El equipo tuvo que presentarse ante los comisarios a las 08:30 del sábado, hora local, y el veredicto es un castigo económico.

La multa es de 50.000 euros, de los cuales 40.000 quedan en suspenso. Por lo tanto, Williams “sólo” tiene que pagar 10.000 euros. El resto sólo deberá depositarse si se produce otra “infracción” de este tipo antes de diciembre.

Como explicación, el documento de la FIA afirma que al parecer no había tarjetas SD en las cámaras, por lo que no se grabó nada.

“El equipo alegó que suponía que las cámaras estaban equipadas con las tarjetas SD proporcionadas por la FIA. A mitad de la sesión se dieron cuenta de que había una luz roja intermitente en las cámaras y se lo comunicaron al delegado técnico. Sin embargo, no sabían lo que significaba la luz intermitente y para entonces ya era demasiado tarde para instalar las tarjetas SD”, dice el comunicado de la FIA.

“Para ser claros, no hubo ninguna sugerencia de que las alas no fueran legales”, agrega el ente fiscalizador.

Mala comunicación

Williams compartió en un comunicado que hubo preocupaciones durante la FP1 de que las cámaras no funcionaban y que hubo comunicación con la FIA en ese momento.

“Después de la sesión, la FIA y nosotros revisamos todos los procedimientos y podemos confirmar que el fallo de las imágenes en el tiempo asignado se debió a un error de comunicación”, explicó Williams.

“Se abordarán los procesos internos para garantizar que esto no vuelva a suceder. Para completar, proporcionamos todas las imágenes solicitadas en Melbourne sin ningún problema y continuaremos apoyando a la FIA y proporcionando todas las imágenes requeridas de manera oportuna en el futuro”.

“No tenemos ninguna preocupación sobre la legalidad de nuestro alerón, subrayó el equipo. “Es el mismo que utilizamos en Melbourne. Es totalmente conforme (con las reglas) y no tuvimos que hacer ningún ajuste tras la publicación de la nueva directiva técnica. El problema de ayer fue de procedimiento y confiamos en poder realizar todas las grabaciones futuras sin problemas. Entendemos que, para garantizar una aplicación justa del reglamento técnico, la FIA impusiera la multa resultante y les damos las gracias por las constructivas discusiones y la mesurada gestión de este asunto”.