Yuki Tsunoda dice que se ha reconciliado con el hecho de haber sido derrotado por Liam Lawson en la carrera por el asiento junto a Max Verstappen en Red Bull – una admisión que tal vez está avanzando para disipar las dudas que los responsables de Red Bull todavía tienen sobre él.

Sentado junto a su nuevo compañero de equipo en Racing Bulls, Isack Hadjar, el director del equipo Laurent Mekies y el CEO Peter Bayer en una conferencia de prensa previa a al evento F1 75 en el O2 Arena de Londres, Tsunoda habló ante una audiencia internacional por primera vez desde que se enteró de que Lawson había sido elegido por delante de él. El hecho de que este tema fuera la segunda pregunta, sólo superado en la primera posición por una pregunta sarcástica sobre el último cambio de nombre del equipo, da una idea de lo apremiante que es su futuro inmediato.

Tsunoda, que sin duda intuía la inevitabilidad de esta línea de preguntas, no parecía muy contento de estar allí. De hecho, su actitud me recordó una venerable cita de PG Wodehouse: “Un hombre de aspecto melancólico, tenía la apariencia de alguien que ha buscado la fuga en la tubería de gas de la vida con una vela encendida”.

Sin embargo, su respuesta fue adecuadamente flemática. Había visto venir la decisión y estaba preparado.

“Ya lo había aparcado un poco en mi cabeza”, dijo. “En el momento en que (Red Bull) lo anunció oficialmente (a Lawson), no me sentí ni muy enfadado ni decepcionado. Quizá estaba preparado en algún momento”.

El punto en cuestión fue probablemente el mismo momento en que se anunció su largamente rumoreada prueba en un coche de Red Bull el año pasado, tarde y de forma un tanto superficial, como si ya hubiera adquirido el estatus de premio consuelo en un concurso televisivo, con Christian Horner como presentador con una mano paliativa sobre el hombro: “Veamos lo que habrías ganado…”.

Yuki Tsunoda, Red Bull Racing RB20

Foto: Zak Mauger / Motorsport Images

Tsunoda estaba decidido a dar un giro positivo. Su siguiente frase fue una ensalada de palabras en la que intentó sugerir que seguir formando parte de la familia Red Bull seguía siendo “un proyecto bastante genial”. El hecho de que tardara tres intentos en acertar el nombre actual del equipo antes de continuar con el resto de la frase fue esclarecedor.

Se trata de un equipo que está ahora en su tercer denominación diferente desde que Tsunoda consiguió su oportunidad allí en 2021, y la fluidez de su nomenclatura ha corrido en paralelo con la incertidumbre de la organización más grande de Red Bull sobre cuál debería ser su papel. ¿Escuela de preparación para jóvenes pilotos? ¿Marca de moda? ¿Ninguna identidad aparte de un acrónimo chocante, producto de un accidente de coche en el departamento de marketing entre una aplicación bancaria y el no-nombre del equipo?

Tsunoda incluso bromeó al respecto cuando se le formuló una pregunta sobre su necesidad de encontrar otro equipo si no hay sitio para él en el equipo principal de Red Bull en 2026: “No sé, ¡quizá este equipo vuelva a cambiar de nombre el año que viene y sea otro equipo!”.

La realidad para Tsunoda es que ya está en tiempo prestado, ya que tres temporadas es históricamente lo máximo que un junior de Red Bull consigue antes de que el Dr. Helmut Marko, el “asesor de pilotos” de la organización, pulse el interruptor de expulsión. La de 2025 será la quinta temporada de Tsunoda, lo que es indicativo de muchos factores: la necesidad de mantener a Honda a su lado; la ausencia de candidatos adecuados para sustituirlo a medida que la tubería de alimentación de Red Bull se tambalea; y el hecho indudable de que fue introducido por la vía rápida en las carreras europeas de monoplazas.

La madurez, o la falta de ella, se ha citado durante mucho tiempo como la principal razón por la que Tsunoda fue descartado. Y aunque hay quien dice que ha ido progresando en este sentido, no dejan de aparecer pruebas de lo contrario en forma de comportamiento errático en la pista y desplantes peculiares por la radio del equipo.

Se dice que Marko aún mantiene alguna esperanza, pero el cambio de Honda a Aston Martin a partir de 2026 elimina una razón importante para mantener a Tsunoda en la mezcla. Tsunoda también cree que puede construir un caso para quedarse: “Me encantaría formar parte de este equipo, voy a seguir con lo que estoy haciendo. Entiendo por qué han elegido a Liam. Es lo que hay. Hay cosas que no puedo controlar… Sólo tengo que seguir centrado en lo que hago, probarme más a mí mismo”.

Yuki Tsunoda, Equipo RB F1

Foto de: Red Bull Content Pool

Todos los grandes deportistas comprenden la importancia de entender la diferencia entre lo que se puede controlar y lo que no, y de centrarse en lo que sí se puede controlar. Asimilar las razones por las que Red Bull eligió a Lawson en su lugar -tras muchas vacilaciones y retrasos- representa un cambio muy poderoso en su mentalidad.

Si Tsunoda puede pasar esta temporada haciendo precisamente eso, maximizando su propio potencial y demostrándolo, en lugar de esperar con creciente impaciencia una decisión que puede no llegar nunca, estará en el camino de convertirse en un piloto más completo.

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Superar a Hadjar será una medida importante, pero Tsunoda ya se ha deshecho de Nyck de Vries y Daniel Ricciardo sin recompensa. Además, Arvid Lindblad, la próxima gran esperanza de Red Bull, ha sido ascendido a la Fórmula 2 esta temporada y llamará a la puerta.

Tal vez, a pesar de su manifiesta determinación de permanecer en la familia, Tsunoda se vería mejor recompensado si invirtiera parte del tiempo que se le ha concedido esta temporada en buscar alternativas.

Como él mismo dice en su particular lenguaje: “Así que, sí, pase lo que pase, ya sabes, puede haber opciones interesantes…”.