Los aficionados que acudieron a la pista de pruebas de Ferrarien Fiorano estaban allí desde mucho antes del amanecer. Algunos habían escalado la valla de seguridad, otros habían traído escaleras de mano y habían tirado de la red verde que se había instalado para mantener alejadas las miradas indiscretas y las cámaras no autorizadas.

En un momento dado, la creciente multitud de tifosi estaba formada por cinco o seis filas de personas, cada una de ellas con el cuello estirado para intentar ver la primera vuelta de Lewis Hamilton en un Ferrari de F1.

Algunos sostenían en alto sus teléfonos móviles tratando de filmarlo, muchos de sus dispositivos estaban envueltos en fundas protectoras de Ferrari.

Algunos silbaban, otros vitoreaban. Ante sus ojos se estaba haciendo historia y Hamilton iniciaba su nuevo capítulo con el equipo más famoso de la F1.

Esta prueba, que forma parte del programa de Pruebas de Coches Anteriores (TPC, en inglés) permitido por la F1, nunca estuvo pensada para los aficionados ni abierta a los medios de comunicación, que se quedaron fuera al unísono, pero la llegada de Hamilton a Ferrari ha revigorizado la emoción en la Scuderia.

Poco después de dar su primera vuelta de instalación a las 09:16, hora local, Ferrari publicó un breve video de 25 segundos en sus redes sociales en el que se podía leer: “Entrando en una nueva era. Lewis Hamilton da su primera vuelta en un Ferrari”.

El video lo mostraba saliendo del famoso edificio de Fiorano que una vez perteneció a la oficina personal de Enzo Ferrari.

Lewis Hamilton, Ferrari

Foto de: Davide Cavazza

Hamilton iba vestido con su mono y botas rojas de Ferrari y lleva un casco amarillo, parecido al que usó por primera vez en la pista de karts en homenaje a su héroe, Ayrton Senna.

Se lo grabó entrando en el garaje de Fiorano y esbozó una sonrisa antes de ponerse el casco y subir a la cabina.

El video lo muestra saliendo a pista, con su número de piloto 44 en la aleta de tiburón del Ferrari 2023, el SF-23.

El tiempo es turbio y húmedo y, como era de esperar, la vuelta de instalación es lenta sobre la pista grasienta, con lluvia inminente.

Tal vez la lluvia sea fortuita. En algunas tradiciones italianas, la lluvia se considera un signo de buena suerte. En una boda italiana, existe la frase “sposa bagnata, sposa fortunata”, cuya traducción es “novia mojada, novia afortunada”.

A pesar de las nubes, ya se percibe que Hamilton está animado. Los comentarios en las redes sociales son que ya se le ve mucho mejor con el rojo de Ferrari que con el plateado tradicional de Mercedes.

Las fotos que se han publicado demuestran que se siente cómodo, quizás más de lo que esperaba.

Tras completar sus vueltas, Hamilton se acercó a la valla y saludó a los aficionados fuera del circuito.

Casco de Lewis Hamilton, Ferrari

Foto de: Ferrari

Desde que anunció que dejaría Mercedes por Ferrari hace 12 meses, ha habido una cola de tertulianos advirtiendo al piloto de 40 años que se enfrentaría a un reto cultural en Ferrari.

Era lógico. La barrera del idioma, el hecho de no haber corrido nunca con un motor Ferrari y la forma de trabajar de la escudería serían nuevos para Hamilton.

Sin embargo, ha sido inteligente al elegir un equipo cercano que lo ayude a superar la integración.

Su empresa Project Forty Four ha crecido e incluye varias nuevas contrataciones.

El director comercial Kel Akpobire se incorporó hace ocho meses procedente de la agencia mundial de talentos CAA.

La especialista en comunicación global Jo Livingston, que trabajó con Hamilton en la empresa de relaciones públicas Freuds, también se ha incorporado junto con el director jurídico Andin Fonyonga.

Se unen a un equipo que incluye a Ellen Kolby Hansen, que ha estado con Hamilton desde sus días en McLaren, donde trabajó como enlace de pilotos. Y la operación está dirigida por Marc Hynes, antiguo piloto de carreras y lugarteniente de máxima confianza de Hamilton.

Tifosi en Fiorano

Foto de: Davide Cavazza

La última incorporación a la empresa es Angela Cullen, la fisioterapeuta de Hamilton que estuvo a su lado en Mercedes durante seis de sus siete títulos mundiales.

Al rodearse de personas que conoce y en las que confía y que operan en un segundo plano, Hamilton se verá liberado para forjar esas relaciones dentro de Ferrari.

Una de las formas en que Michael Schumacher se relacionó con Ferrari cuando se incorporó procedente de Benetton en 1996 no fue sólo por su famosa ética de trabajo o por no criticar nunca públicamente al equipo. Fue algo más profundo.

Schumacher aprendía lo que era importante para su equipo Ferrari y, al hacerlo, pasaba tiempo conociendo al personal, aprendiéndose sus nombres, cumpleaños, nombres de sus hijos y cuáles eran sus intereses.

Es probable que Hamilton adopte los mismos principios para ayudarlo. Así que, mientras todo el interés se centra en sus primeras vueltas en Ferrari, ahora empieza el verdadero trabajo de base para construir esa relación dentro del equipo, del que necesita todo el apoyo si quiere ganar un octavo título mundial.