Se temió que la columna de dirección se hubiese roto o que Fernando Alonso haya desconectado el volante para intentar arreglarlo mientras estaba en movimiento. La FIA ha abierto una investigación y quiere un informe detallado de los ingenieros de Aston Martin. ¿El volante no estaba bien bloqueado o el español lo sacó para reiniciar la electrónica?

La FIA ha abierto una investigación y Aston Martin está llamado a ofrecer aclaraciones sobre lo ocurrido ayer a Alonso durante la segunda sesión de entrenamientos libres.

Ver al piloto español con el volante en las manos fue algo inaceptable para la FIA. Por suerte, la columna de dirección no se rompió, y Alonso, tras recorrer un largo trecho por la vía de escape para salir del apuro, logró regresar a boxes donde los mecánicos de Aston Martin se encargaron de solucionar el problema, antes de enviarlo de nuevo a pista para terminar la segunda práctica. El asturiano estaba furioso por lo ocurrido y no lo ocultó…

Coche de Fernando Alonso, Aston Martin Racing

Frente al garaje, los hombres del equipo de Silverstone habían creado el habitual “muro” para evitar que desde el pit lane pudieran ver en qué estaban trabajando los mecánicos de verde.

Hay dos versiones de lo ocurrido: unos dicen que el ordenador del volante del AMR25 no bloqueaba correctamente el juego de las bolas y el muelle, por lo que Alonso inmediatamente “sintió” que algo iba mal porque el agarre no era el habitual. Y entonces el piloto español habría intentado una reconexión improvisada.

Otros afirman que el ibérico vio de repente apagarse el display digital del centro del volante y, a oscuras, pensó que lo mejor era reducir la velocidad sin salirse de la trayectoria, desacoplar la dirección un momento y volver a introducirla con la esperanza de que se restableciera la conexión interrumpida, evitando una vuelta a boxes que le habría hecho perder tiempo en una parada no programada.

Aston Martin tendrá que presentar un informe detallado a los comisarios técnicos de la FIA porque sea cual sea la causa del problema, se creó una situación teóricamente peligrosa: es grave si el volante no se hubiera acoplado a la columna de la columna de dirección, pero igualmente grave si Alonso hubiera intentado reiniciar los sistemas electrónicos extrayendo el volante, dado que luego tuvo dificultades para volver a colocarlo en su sitio.