Isack Hadjar debutará en Fórmula 1 el mes que viene en el Gran Premio de Australia como piloto de Racing Bulls después de convencer a los directivos de Red Bull de que era merecedor de una oportunidad y de beneficiarse por la destitución de Sergio Pérez en la escudería de Milton Keynes.

Su llegada a la máxima categoría viene acompañada de una reputación que ya lo precede un poco. Aunque impresionó durante su segunda campaña de Fórmula 2, Hadjar también se hizo famoso por su irritabilidad a veces palpable por radio, un defecto que se atribuye desde hace tiempo a su nuevo compañero de equipo, Yuki Tsunoda. Sin embargo, el piloto francés considera que se trata de una distorsión de la realidad.

 “Algunos pilotos dicen: ‘Cuando me bajo la visera, soy otra persona’. Sinceramente, me siento muy tranquilo cuando conduzco”, confiesa en un reportaje del canal oficial de la F1. “Pienso mucho. Soy consciente del peligro. No diría que soy diferente a quien soy fuera del habitáculo”.

“Quizá soy menos agresivo de lo que la gente piensa. Pero obviamente el botón de radio me hace parecer una persona enfadada. Sé que soy apasionado, eso seguro, y a veces enfadado”.

Isack Hadjar aprovechó su oportunidad en F2 con Campos.

Foto de: James Sutton / Motorsport Images

Negado el título de Fórmula 2 por Gabriel Bortoleto en la última prueba de 2024, el debutante aprovechó sin embargo la que ya parecía una “última oportunidad” para llegar a la categoría reina, pese a venir de una primera temporada muy complicada en la categoría previa a la F1.

“Podía haberme quedado un año más con Red Bull, pero me dejaron muy claro que era mi última oportunidad de llegar a la F1”, reconoce.

“Me colocaron con Campos, fue su decisión, pero cuando vi las temporadas anteriores, me di cuenta del potencial del equipo. Me dije que con un piloto más fuerte podría lograr muy buenas carreras.”

“Empecé muy mal. Tenía el ritmo pero no conseguía ningún resultado. (…) Pensé que estaba prácticamente acabado para la F1, a pesar de que quedaban muchas carreras, porque es difícil darle la vuelta a este tipo de situaciones. Pero lo hicimos a partir de Melbourne y a partir de ahí tuvimos un gran impulso”.