El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, tendrá que responder ante el tribunal laboral británico en enero de 2026 tras las acusaciones de comportamiento inadecuado. El caso, que ya fue investigado internamente y del que Horner salió absuelto en dos ocasiones, no está cerrado todavía. La empleada implicada ha tomado medidas de seguimiento, informó De Telegraaf basándose en fuentes del paddock de la Fórmula 1.

Las acusaciones contra Horner salieron a la luz en febrero de 2024, tras lo cual Red Bull contrató a un abogado externo para investigar el asunto. Horner, que ha estado al frente de Red Bull Racing desde 2005, negó las acusaciones y fue absuelto el 28 de febrero. La empleada en cuestión fue suspendida poco después. Ella recurrió el primer veredicto, pero en agosto Horner fue absuelto de nuevo, y Red Bull dio por cerrado el proceso interno.

A pesar de la absolución anterior, la empleada ha decidido llevar su caso al tribunal laboral del Reino Unido, donde se dirimen las disputas entre empresarios y empleados. La batalla legal no está resuelta por ahora. El caso se juzgará en enero de 2026, a menos que se llegue a un acuerdo en el periodo intermedio.

Red Bull GmbH ha declarado que todos los procedimientos internos han concluido y que la empresa no hará más declaraciones públicas sobre el asunto.

La sombra del asunto pesó sobre Horner e influyó, indirectamente, en salida de personal clave como Adrian Newey, además de que fue parte de los abucheos que recibió el directivo de Red Bull durante el evento de lanzamiento de la Fórmula 1, F1 Live 75, realizado en Londres hace unas semanas. 

Los problemas internos del equipo llevaron a una pérdida de liderazgo que se notó en la falta del desarrollo adecuado del monoplaza que, finalmente, concluyó tercero del campeonato de constructores. 

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