Tras la expectación, la realidad. El primer día de Yuki Tsunoda al volante del RB21 de Fórmula 1 de Red Bull, en lugar de conducir una versión artificial del mismo en un simulador, respondió a algunas preguntas y dejó otras en el aire.
Sin embargo, muy pocas de esas cuestiones pendientes fueron culpa de Tsunoda, debido a que la segunda sesión de entrenamientos estuvo salpicada por cuatro períodos de bandera roja. Éstos no sólo le hicieron perder tiempo en pista con un coche cuyos picos de rendimiento son notoriamente difíciles de alcanzar, sino que le impidieron realizar una simulación de clasificación con neumáticos blandos.
Así, aunque un vistazo a los tiempos de la FP2 sugiere que estuvo lejos -su compañero de equipo Max Verstappen marcó la octava vuelta más rápida, mientras que Tsunoda fue 18º, casi dos segundos más lento-, la realidad es más matizada.
En la FP1 habían estado mucho más cerca en términos de tiempo: quinto y sexto con Tsunoda a sólo 0,107s de Verstappen.
Sin duda, fue un día para que los que se consideran a sí mismos como los abanderados de la F1 realizaran lo que se conoce en el sector como un “hurón inverso”. Tras proclamar a Tsunoda el nuevo mesías después de la FP1, pasaron a la burla, ¿el nuevo paria? – a medida que la FP2 llegaba a su fin.
La imagen real siempre iba a ser difícil de descifrar, ya que parte de la pista de Suzuka ha sido reasfaltada y, por lo tanto, evolucionará de forma diferente a lo largo del fin de semana, y Tsunoda iba a tener que sentir esas áreas en las que el comportamiento del RB21 real difiere del que ha pilotado en el simulador. ‘Sentir’ es la palabra clave en este caso, ya que incluso el simulador más sofisticado sólo puede transmitir algunas sensaciones, porque no puede recrear las cargas de gravedad distintas de las causadas por los grandes cambios de dirección.
No sólo eso, si Red Bull pudiera recrear en el simulador las sacudidas del tren trasero del RB21 cuando el piloto se apoya en el eje delantero, estaría en el buen camino para entender cómo solucionar ese rasgo en el coche real.
Además, Red Bull había introducido tres cambios aerodinámicos menores con vistas a limpiar el flujo de aire alrededor de la parte trasera: un perfilado de la cubierta del motor y de la salida de refrigeración, una salida ampliada del conducto del freno trasero y una nueva cubierta de la horquilla trasera. Los equipos ahora tienen que documentar estos cambios y Red Bull afirmó que los cambios en la cubierta del motor y en el conducto de los frenos se debían principalmente a razones de fiabilidad, pero estas modificaciones pueden tener y tienen implicaciones en el rendimiento.

La FP2 interrumpida dio a Tsunoda poco tiempo en el Red Bull
Foto: Sam Bagnall / Motorsport Images
Al final de la FP1, Tsunoda habló por radio para describir el coche como “interesante”. No hizo la misma observación que Verstappen, que era que sentía que su RB21 estaba “flexionando” a través del sector dos, el área que comienza en las curvas Degner y se extiende hasta la mitad de la recta de atrás.
Por supuesto, puede que el coche no estuviera flexiondo en realidad, sino produciendo sensaciones análogas: el segundo Degner, la Horquilla y la Curva de la Cuchara son zonas en las que se manifiesta la tendencia del RB21 a dar bandazos y pasar del subviraje al sobreviraje. Puede que Verstappen sólo intentara expresar la sensación de la forma más visceral posible.
Tsunoda, como chico nuevo, no habrá querido denigrar el coche en su primer día. Y, en cualquier caso, como Liam Lawson descubrió a su costa, es lo que hay.
Aun así, Tsunoda se mostró un poco reticente cuando conversó con F1TV después de la FP2.
“La FP1 fue mejor de lo esperado. La FP2, sí, no marqué ningún tiempo”, dijo. “Creo que hay mucho trabajo por hacer, nos costó un poco, algo que hay que ver en los datos de la FP2, pero en general está bien”.
“Sólo tengo que ganar más confianza. Es (el RB21) un poco diferente al simulador – lo que sentí. Para ser honesto, un poco más de lo que esperaba en términos de sensación del coche”.
“Pero siempre va a ser un poco diferente en el coche real. La tendencia del coche a sobrevirar era un poco más exagerada en el coche de verdad, era un poco más complicado”.

Tsunoda admitió haber encontrado una diferencia mayor de lo esperado entre la simulación y la realidad.
Foto: Zak Mauger / Motorsport Images
Las cuatro banderas rojas de la FP2 perjudicaron a todo el mundo, pero la parada provocada por la salida de pista de Fernando Alonsofue la que le costó el puesto a Tsunoda, que acababa de salir con neumáticos blandos para intentar un simulacro de clasificación. Tras ello, el equipo ajustó su plan de acción y lo envió a hacer una simulación de carrera.
Aunque habrá sido útil para aprender cómo cambia el equilibrio del coche a lo largo de la carrera, perderse las vueltas con poca gasolina podría resultar perjudicial. Suzuka, por mucho que aficionados y pilotos veneren su brillantez, es una pista difícil para adelantar.
La clasificación lo es (casi) todo aquí, dado el reto que supone adelantar en pista, lo que deja la FP3 como la última oportunidad de Tsunoda para tantear los límites del RB21 antes de la clasificación.
Por el momento, su mayor admirador es el antiguo jefe de Racing Bulls, Franz Tost, comentarista invitado este fin de semana en el canal de televisión austriaco ORF. Liberado del yugo empresarial y manifiestamente deseoso de engrosar su fondo de pensiones con nuevos honorarios por sus apariciones, Tost dio rienda suelta a sus opiniones sobre el error cometido por Red Bull al elegir a Lawson en lugar de a Tsunoda.
“Yuki tiene una velocidad natural increíble”, lanzó Tost. “Llevo años diciéndolo. Ahora sólo tiene que juntarlo todo bien”.
Si no lo hace, ¿será Tost el próximo experto en cambiar de opinión?

En este artículo
Stuart Codling
Fórmula 1
Yuki Tsunoda
Red Bull Racing
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