Cuando la Fórmula 1 reveló que el novato Andrea Kimi Antonelli había ganado la encuesta al piloto del día, tras cruzar la línea de meta en octavo lugar con su Mercedes, la noticia generó la habitual respuesta burlona. Cuando el jefe del equipo, Toto Wolff, felicitó a su piloto por la radio de la escudería, las muecas fueron casi palpables.

Y sin embargo, aunque los resultados de las encuestas en las redes sociales suelen ser fatuos, en este caso había razones para estar impresionados con el rendimiento de Antonelli: los daños en el suelo habían provocado un enorme cambio en las características de rendimiento de su W16. El probable culpable son los restos del contacto de Charles Leclerc con su compañero de equipo en Ferrari, Lewis Hamilton, en la primera vuelta.

Aunque las consecuencias de los daños aparecieron en los datos, Mercedes decidió no informar a Antonelli de la razón del mal comportamiento de su coche hasta más tarde en la carrera.

“Tuvo muchos daños en el suelo”, dijo Wolff en su rueda de prensa posterior a la carrera. “No sabemos exactamente por qué, si pasó por encima del endplate de Charles, pero había un agujero enorme en el suelo, las rayas de titanio (en su plancha inferior) habían desaparecido”.

“Teniendo en cuenta que tenía un coche que estaba gravemente dañado, aguantarlo, acabar octavo, no quejarse, simplemente seguir con el trabajo, demuestra la madurez y el potencial que tiene”.

Aunque el impacto de Leclerc con el coche de Hamilton provocó una lluvia inmediata de escombros, la parte principal del endplate no se desprendió hasta más tarde en la primera vuelta. Antonelli rodaba por detrás de Leclerc en pista durante la secuencia inicial de curvas mientras luchaba con Isack Hadjar por la séptima plaza, haciendo que ese movimiento por el exterior a la salida de la curva 3 – donde Verstappen estaba en una línea interior, tratando de pasar a Leclerc por la izquierda.

Andrea Kimi Antonelli, Mercedes, Esteban Ocon, Haas F1 Team

Foto: Simon Galloway / Motorsport Images

Antonelli fue superado por Yuki Tsunoda en la primera ronda de paradas en boxes, y luego tuvo la indignidad de ser adelantado por Esteban Ocon con dos ruedas en la hierba. Aunque retrocedió con respecto a Ocon en su último stint, Antonelli recuperó una posición cuando Tsunoda tuvo que entrar en boxes para cambiar el alerón delantero.

“Sentí algo raro desde la primera vuelta”, dijo Antonelli a Sky Sports F1 después de la carrera. “Ayer la limitación era el delantero izquierdo, hoy la limitación ha sido el trasero durante toda la carrera, algo bastante inusual, me ha parecido muy raro”.

El circuito de Shanghái es algo atípico en el calendario de la F1 porque el eje delantero está sometido a un mayor esfuerzo que el trasero: hay menos zonas que requieran una fuerte aceleración y la mayoría de las curvas son de velocidad lenta a media. El radio estrecho de la secuencia inicial de curvas a la derecha se combina con la rápida curva a la derecha en la recta de atrás para castigar el neumático delantero izquierdo.

Tener una limitación trasera en un coche como este lo hace vulnerable a la salida de esa secuencia de curvas, y con poca tracción en la recta de atrás, lo que es muy perjudicial para el tiempo total por vuelta.

“Era muy difícil mantener el ritmo, intentaba cuidar al máximo los neumáticos traseros”, dijo Antonelli. “Mentalmente fue una buena experiencia, una buena lección, porque fue duro”.

Antonelli ganó otras dos posiciones después de la carrera, cuando los dos Ferrari fueron descalificados: Leclerc porque su coche tenía un peso inferior al normal y Hamilton por desgaste ilegal de la plancha inferior.