El ritual es casi el mismo para todos. Todos se reúnen alrededor del recién nacido, se pulsa el botón de “arranque” y se espera la respuesta. Ha vuelto a ocurrir esta mañana en Silverstone, en la nueva sede de Aston Martin Racing, donde el equipo ha encendido por primera vez el motor del AMR25.

El monoplaza británico que participará en el Mundial de Fórmula 1 de 2025 estará pilotado por los habituales Fernando Alonso y Lance Stroll, pero, en comparación con las últimas temporadas, tendrá muchas más expectativas que cumplir.

La llegada de Adrian Newey,se convertiría en una certeza para ser protagonista. Aston Martin no es una excepción, que se prepara para afrontar 2025 con un coche ya configurado por otros y el motor Mercedes.

En este sentido, el corazón del AMR25 -el nombre ha sido confirmado por el propio equipo, continuando así con la tradición- será el último nacido en Brixworth antes del inicio de la aventura de 2026 y de la nueva asociación con Honda, actual motorista de Red Bull Racing.

La canción del V6 atmosférico, sin embargo, ya la hemos escuchado. Mercedes puso en marcha hace unos días el W16, el monoplaza pilotado por Andrea Kimi Antonelli y George Russell. Los dos coches comparten el mismo motor, así que la novedad no es tanto el sonido, sino el hecho de que están listos para empezar la nueva temporada en Silverstone con un monoplaza que tendrá que remontar posiciones tras acabar quinto en el Campeonato de Constructores de 2024.

No será una tarea fácil, sobre todo después de ver lo competitivos que fueron McLaren, Ferrari, Red Bull y Mercedes en la segunda mitad de la temporada pasada. Pero un equipo con recursos y ambiciones del calibre de Aston Martin parece que debe ser el objetivo mínimo, para luego aspirar a las grandes metas a partir de 2026, cuando comience la nueva era técnica de la Fórmula 1 y el ‘Genio’, Adrian Newey, trabaje en Silverstone a pleno rendimiento.

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