En el caldero político y social que vive Sinaloa, una figura inesperada entró al terreno de juego: el gobernador Rubén Rocha Moya. Pero no fue para hablar de tácticas o celebraciones deportivas, sino para lanzar un fuerte reclamo hacia la Liga MX, señalándola como demasiado “quisquillosa” en cuestiones de seguridad, especialmente en comparación con otros eventos internacionales.
Rubén Rocha Moya y Mikel Arriola.
Todo comenzó con el debate sobre el traslado de los partidos del Club Dorados fuera de Culiacán, una decisión que irritó profundamente al mandatario. Para él, la decisión de mover los juegos a Tijuana es una muestra de desdén hacia la afición local. “¿Qué, allá están mejor? No quieren a su gente”, declaró, refiriéndose a los dueños del equipo, originarios de Baja California.
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La polémica comparación entre la Liga MX y la MLB
Rocha Moya no tardó en contrastar esta situación con la MLB. Según el gobernador, las Grandes Ligas han sido mucho más abiertas al diálogo. De hecho, recordó cómo entregó personalmente una carta a las autoridades de béisbol estadounidense garantizando la seguridad de sus jugadores. “Ellos confiaron en nosotros, y vinieron. Pero la Liga MX es otro tema, más delicados, más complicados”.
En sus declaraciones, Rocha no escatimó en comparaciones internacionales, llevando el debate a territorios lejanos como Medio Oriente y Europa del Este. “Si en lugares donde caen bombas todavía juegan futbol, ¿por qué aquí no?”, cuestionó, aludiendo a países en guerra como Ucrania o zonas conflictivas cerca de Israel.
La crítica no quedó ahí. Rocha también apuntó al modelo económico del futbol mexicano, acusándolo de aprovecharse de la pasión de los aficionados mientras ignora los problemas reales de las comunidades donde opera. “Es un negocio que exprime a la gente. Venden boletos, camisetas y cualquier cosa que puedan, pero a la hora de ser solidarios, desaparecen”, sentenció.
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La situación de violencia extrema en Sinaloa
Estas declaraciones llegan en un contexto complicado para Sinaloa, donde desde septiembre se intensificó un conflicto interno entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: “Los Chapitos” y “La Mayiza“. Según el Gobierno Federal, la disputa comenzó tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, figura clave del narcotráfico en México.
La violencia ha dejado una estela de incertidumbre que no solo afecta a la seguridad pública, sino también al ámbito deportivo y cultural. Los partidos de futbol, tradicionalmente un espacio de unión y entretenimiento, se han convertido en un símbolo más de la división y el temor que prevalecen en el estado.
