Cuando creímos haberlo visto todo en la Liga MX, llega el FC Juárez con un proyecto que parece sacado de un capítulo futurista de Black Mirror… pero con tacos, banda y fútbol de por medio. El club fronterizo, que ya lleva casi seis años dándole guerra al máximo circuito del balompié nacional, quiere mudarse de casa. Pero no se trata de cualquier cambio de dirección: las Bravas y los Bravos sueñan con un estadio que cruce literalmente la frontera entre México y Estados Unidos.
Sí, leíste bien: mitad en Ciudad Juárez, mitad en El Paso, Texas. Un inmueble donde un gol podría festejarse con mariachi de un lado y banda de rock del otro. Todo esto, orquestado por la poderosa dupla de Alejandra De la Vega y Paul Foster, la pareja millonaria detrás del club, quienes buscan dejar huella no solo en la cancha, sino en la historia del deporte mundial.
El proyecto avanzado del FC Juárez
Según reveló el periodista David Medrano en su columna para mediotiempo, la idea no es solo un sueño guajiro. El terreno ya está ubicado, los recursos están asegurados (cortesía de los más de 3 mil 200 millones de dólares que Forbes le calcula a Foster), y lo único que falta es vencer al verdadero rival de todos los tiempos: la burocracia.
Con permisos requeridos de ambos gobiernos, el proyecto se encuentra en fase de planeación estratégica. El reto es colosal, pero si algo ha demostrado la directiva de FC Juárez, es que no le teme a lo imposible.
Las desventajas del Estadio Olímpico Benito Juárez
Actualmente, el equipo juega en el Estadio Olímpico Benito Juárez, un inmueble modesto que pertenece a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), con una capacidad que apenas roza los 20 mil aficionados. No es suyo, es rentado, y ya le quedó chico a las aspiraciones de grandeza del club.
El nuevo estadio, aún sin nombre, promete convertirse en un ícono mundial si logra cristalizarse: un símbolo de unidad en una región marcada por los contrastes. Un lugar donde la pelota no conoce muros ni visas.
Así que, mientras los trámites caminan y las ideas vuelan, el balón sigue rodando… pero el sueño de FC Juárez está a punto de cruzar fronteras. Literalmente.