El Cruz Azul ha llevado su batalla legal hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), exigiendo justicia y, por supuesto, cinco millones de dólares que aseguran les pertenecen. El protagonista de este enredo es el entrenador argentino Martín Anselmi, quien, según el club cementero, dejó su puesto sin saldar la cláusula de rescisión estipulada en su contrato.
La historia comienza con Anselmi al frente de Cruz Azul, pero su estancia en México fue sumamente agridulce. Tras dos torneos cortos en donde enamoró a la afición celeste por su estilo de juego y sus resultados en la fase regular, el técnico ya estaba haciendo maletas rumbo a Portugal, donde ahora dirige al Porto. Sin embargo, el equipo celeste no se quedó de brazos cruzados y, al notar la ausencia del pago correspondiente por su salida, decidió acudir a la máxima instancia deportiva para exigir lo que consideran justo.
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La disputa legal entre Anselmi y Cruz Azul
El Porto, por su parte, ha intentado suavizar la situación asegurando que pactó con representantes de Cruz Azul un pago de tres millones de dólares como compensación por la marcha del estratega. No obstante, el club mexicano se mostró firme en su postura y rechazó la oferta, respaldándose en el contrato firmado con Anselmi hasta 2027, donde se establecía claramente una cláusula de rescisión de cinco millones de dólares.
El caso ha tomado tintes aún más dramáticos, pues Cruz Azul no solo confía en que el TAS falle a su favor, sino que también se ha aferrado a un detalle contractual que podría aumentar la cifra de indemnización.
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La polémica por la cláusula de rescisión de contrato de Martín Anselmi
Según documentos legales, y de acuerdo con información en posesión del reportero de ESPN, León Lecanda, si el equipo se hubiera querido llevar al ex estratega de Cruz Azul pertenece a la Federación Mexicana de Futbol o a un grupo empresarial del futbol mexicano, la cláusula asciende a casi siete millones de dólares. En este caso, como Anselmi se fue a una liga extranjera, el monto queda en cinco millones, pero sigue siendo una cifra que los cementeros no están dispuestos a ceder.
Mientras el Tribunal de Arbitraje Deportivo analiza las pruebas y testimonios, la afición cementera observa con atención el desenlace de este capítulo que podría marcar un precedente en el futbol mexicano. ¿Recuperará Cruz Azul el dinero que reclama? ¿O este caso se convertirá en otra anécdota agridulce en la historia del club? Lo cierto es que la disputa aún tiene varios minutos de juego por delante y, como en todo buen partido, el resultado final es incierto.
