En el majestuoso escenario del Vaticano, un momento inesperado y conmovedor se robó las miradas: una ferviente seguidora de las Chivas del Guadalajara se acercó al Papa Francisco para entregarle un obsequio lleno de fe, historia y pasión. Con una playera rojiblanca, una botella de vino y una carta cargada de emociones, esta aficionada buscó tocar el corazón del sumo pontífice y, quizá, abrir el cielo para una intervención divina que lleve al Rebaño Sagrado de vuelta a los tiempos de gloria.
Con la voz entrecortada y una sonrisa que desbordaba orgullo, la seguidora exclamó: “Santo Padre, el niño Dios llegó a mi casa para usted con muchos regalos. Ahora este, como sé que le gusta el futbol, le estoy dando la playera del mejor equipo de México para usted”. Estas palabras resonaron en el corazón del Papa argentino, conocido por su pasión por el balón, mientras sostenía el simbólico regalo.
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La relación entre el Vaticano y las Chivas
El gesto no solo fue un tributo a la sencillez y calidez de Francisco, sino también una referencia a un momento histórico que vive en la memoria colectiva de los seguidores del Guadalajara: la bendición apostólica otorgada por el Papa Pío XII en 1957. Esta bendición, según relata la carta entregada al pontífice, marcó el inicio de la legendaria época del “Campeonísimo“. En esos años dorados, el equipo no solo acumuló títulos, sino también consolidó un legado que aún palpita en el corazón de millones.
La misiva, escrita con profunda devoción, comienza con estas palabras: “Su Santidad, Papa Francisco. Con gran humildad y profundo respeto, nos dirigimos a usted como fervientes partidarios de su sencillez y amor por el prójimo”. En ella, se narran los detalles de aquella histórica bendición y se subraya cómo iluminó el camino del equipo y de su fiel afición. “A partir de dicha bendición, la gente comenzó a identificarnos como el Rebaño Sagrado“, se lee al final de la carta.
Papa Francisco.
¿Le servirá a Chivas la bendición del Papa Francisco?
El acto de esta aficionada desató una ola de comentarios en redes sociales. Algunos cuestionan si el obsequio es un sutil llamado a los cielos para devolver al equipo a la senda del éxito, mientras otros lo ven como un homenaje sincero a la pasión futbolera que une al Papa Francisco con millones de aficionados en México.
Este episodio nos recuerda cómo el futbol trasciende fronteras y creencias, convirtiéndose en un idioma universal capaz de conectar corazones. Hoy, más que nunca, las Chivas del Guadalajara vuelven a ser un símbolo de fe y esperanza, llevando su pasión hasta las puertas del cielo.
